Sobre Mí

Mí Historia


“Si la Fe se pierde… ¿Que será de nosotros?”


Hola, bienvenid@s a mi blog.

Mi nombre es Joaquín Bermúdez, tengo 59 años de edad. Soy un Ingeniero De Sistemas, casado y tengo 3 hijos jóvenes, que amo con toda mi alma.

Trabajo en una empresa que diseña software, mucho tiempo trabaje como programador y ahora soy el director en jefe de recursos humanos, ya que por algún tiempo tuve problemas de salud en mis manos y no pude seguir en lo que siempre había hecho.

Durante varios años había trabajado como programador, ya que es lo que siempre me había gustado hacer, pero hoy en día tengo un diferente oficio, me gusta pero no es para lo que estudie, pero como profesional que soy hago mi trabajo con esmero, responsabilidad y honestidad. La razón por la que he tenido que cambiar de oficio es porque me empezaron a doler las muñecas y en el centro de las palmas de mis manos.

El oficio de programador requiere de muchas horas en el computador, lo que puede generar varios problemas de salud si no se previenen. El dolor de espalda, migrañas, hemorroides y lo que yo empecé a padecer después de varios años de trabajo en lo mismo, Síndrome del Túnel Carpiano.

El Síndrome Del Túnel Carpiano es muy molesto y doloroso, no creí que fuera algo tan grave al principio, pero después los síntomas se agravaron. El dolor en las muñecas y los “chuzones” en las palmas de las manos eran esporádicos, aguantables y muy soportables, como no le di la importancia que requería, deje pasar el tiempo… ¡grave error! Los dolores empezaron a ser más frecuentes y menos soportables, muy fuertes, tanto que no me dejaban trabajar ni realizar cosas sencillas como el escribir o la simple acción de agarrar cualquier cosa con mis manos. Era una tortura.

Después de padecer tanto dolor, visite a mi médico para poder encontrarle una solución rápida y eficaz a este problema que me generaba esos dolores que no me dejaban vivir. Pero como es costumbre, me enviaron medicamentos para calmar el dolor más no para curar de raíz el problema. Así dure por mucho tiempo, necesitando cada vez dosis más altas ya que mi cuerpo se acostumbraba a los medicamentos. El médico me planteo la solución de practicarme una cirugía. Me planteo los pro y contras de la operación, aunque eran más los contras que las bendiciones que recibiría, por eso no decidí realizármela.

Ahora asustado, adolorido y estresado pensando en que iba a pasar conmigo y mi familia, si llegara a perder mi trabajo que serían de ellos. Estaba desesperado. Yo soy un hombre de Fe y siempre lucho por no perder la esperanza, siempre busco soluciones sin importar lo difícil que puedan ser alcanzarlas.

Un día en el trabajo pregunte a un compañero acerca de esa molesta enfermedad, el me brindo mucha información y además me contó su historia, algo parecida a la mía, pero con un final, y feliz por cierto. El investigo mucho sobre su enfermedad, consulto muchos médicos profesionales y puso en práctica muchas cosas, ejercicios, masajes, medicamentos entre otras soluciones no tradicionales. Para mi asombro pudo darle fin a ese problema después de poco tiempo. Fue ahí cuando le pregunte: ¿Qué hiciste?... el me comento que había puesto en práctica todo lo que había encontrado en una guía llamada “Túnel Carpiano Nunca Más”. Me hablo de muchos de los tratamientos que en esa guía estaban, que recibió alivio rápidamente y que lo mejor de todo era natural y muy fácil de aplicarlos.

Ahora si no espere tanto tiempo en aplicar remedio a mi problema, adquirí la guía y empecé a poner en práctica todo lo que en ella estaba. Fue duro al principio porque el dolor no me dejaba hacerlos bien, pero después de unos días, el dolor comenzó a reducirse, el alivio llego pronto y cada día mejoraba más y no volvía. Estaba feliz y hoy en día estoy mucho más feliz. Aunque en el trabajo me cambiaron de oficio en el tiempo que estuve mal, ahora estoy bien pero me necesitan en este cargo, sé que lo hago muy bien.

Ahora que estoy mucho mejor, he decidido compartir información acerca de esta excelente guía. Por eso cree este blog, para brindar mucha información útil que yo no pude tener a disposición en ninguna parte, ni con mi médico de cabecera.

Te agradezco por escuchar mi historia y te invito a que no desfallezcas, debes saber que no estás solo y que “La Esperanza Nunca Se Debe Perder”. Es difícil pero no imposible controlar esta condición, yo te ayudare y con la ayuda de Dios todo saldrá muy bien. Y recuerda “Si la Fe se pierde… ¿Que será de nosotros?”.


Saludos y Bendiciones.
¡Hasta pronto!
Joaquín Bermúdez.

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